Definir el capital social de tu empresa es un paso crucial para su constitución y futuro desarrollo. (Estatutos: La Clave Fundamental para Empresas S.A.S.). El capital social no solo representa el valor económico inicial de la sociedad, sino que también establece las bases para la distribución de acciones entre los accionistas y su participación en las decisiones empresariales.
Entendiendo el Capital Social: ¿Qué es el capital autorizado y cómo lo determino?
El capital autorizado es el límite máximo del valor que los accionistas pueden aportar a la empresa. Este valor es fundamental, ya que define el potencial de aportes económicos que pueden realizar los accionistas y, por consiguiente, la “gasolina” que sustentará expansión de tu empresa.
Define la cantidad de acciones de tu sociedad
La definición de la cantidad de acciones es discrecional del interesado y, por ende, puedes incluir el número que prefieras. Sin embargo, ten en cuenta que la cantidad de acciones en que se divide el capital autorizado debe ser un número entero, según lo estipula la ley en Colombia por lo que debes evitar incluir fracciones de acciones (por ejemplo 50,5 acciones).
Valor nominal de las acciones: ¿Cómo calcularlo?
El valor nominal de cada acción se puede definir de manera flexible, pero debe cumplir con la fórmula: Capital Autorizado = Valor Nominal de las Acciones x Número de Acciones. Este cálculo asegura que el valor total del capital autorizado se ajuste a la cantidad y valor de las acciones emitidas, un requisito esencial para la redacción de los estatutos de la sociedad. (Hazlo Eficiente: Define el Valor Nominal de Tus Acciones con Innovación)
Entendiendo el Capital Social: ¿Qué es el capital suscrito y cómo lo determino?
El capital suscrito representa el valor que los accionistas se comprometen a aportar por las acciones que adquieren, que puede ser igual o menor al capital autorizado. Si decides que el capital suscrito sea igual al capital autorizado, es porque la totalidad de acciones que existan serán adquiridas por los accionistas. Por el contrario, si decides que el capital suscrito sea menor al capital autorizado, puedes permitir la entrada de nuevos accionistas en el futuro, dado que existirían acciones emitidas que no han sido adquiridas por ninguna persona, lo cual es una estrategia común en empresas que planifican expansiones o nuevas rondas de financiamiento.
Beneficios de gestionar tu propio capital social
Al entender y gestionar de manera independiente el capital social de tu empresa, reduces la dependencia de servicios legales externos, lo que puede significar un ahorro considerable en costos iniciales. Además, te empoderas como empresario, ganando un conocimiento más profundo de la estructura financiera y de gobierno corporativo de tu negocio. (Cálculo Legal: Utiliza Herramientas Automatizadas)
Conclusión
Definir el capital de tu sociedad no tiene que ser una tarea abrumadora. Siguiendo estos pasos claros y con un entendimiento básico de los requerimientos legales, cualquier empresario puede establecer el capital social de su empresa de forma eficaz y segura.